viernes, marzo 31, 2006

Oda a un instante

¡Quién sabe que nos tenga preparada la vida!;

lo que se es que, hoy contigo, soy muy feliz.

Oda a un instante

Solo un momento, un espacio en el tiempo casi inapreciable e incalculable; generalmente pasas desapercibido, aunque algunas veces eres inolvidable. Cada ocasión eres tan distinto al que estuvo antes que tú y al que llega después de ti; pero a la vez estás tan unido con cada uno, que nos es imposible comprender cuando ya no viene otro en tu lugar.

Eres tan pequeño, que no podemos ubicarnos en ti; tan fugaz, que se nos olvida que estas aquí; tan poderoso, que eres capaz de cambiar nuestras vidas.

Tu corta vida no la podemos comprender, tu espacio no lo logramos imaginar, pero cuando tenemos la dicha de notar tu presencia, cuando sentimos que existes, eres capaz de enseñarnos más que un día, un mes, un año, un lustro, un siglo…

Cuando traes buenas noticias nuestras vidas se alegran, a nuestros rostros los cubre una sonrisa y a nuestro corazón los invade la paz; cuando vienes con malas noticias, eres capaz de devastarnos, de inundarnos en llanto, de impaciencia e incertidumbre.

Hace tiempo viniste, no se cuánto ha pasado, probablemente poco más de un mes, tal vez fue menos, o más; pero en esta ocasión trajiste buenas noticias: me dejaste paz, amor.

Ese día hubo algo en ti que decidí que debo buscarlo siempre, entendí que cada momento quiero seguir en la lucha de extraerte la hiel de la vida que llevas contigo, la riqueza del pasado que has heredado y la fuerza del futuro a quien vas construyendo camino…

No hay comentarios.: